domingo, 10 de abril de 2016

Datos de Investigacion

En esta ocasión decidimos hacer unas curiosidades interesantes sobre investigaciones, ya sea dedicada a la salud o la a la ciencia, recordemos que la investigaciones son actividades humanas orientada a la obtención de nuevos conocimientos y su aplicación para la solución a problemas o interrogantes de carácter científico, dicho eso, a continuación mostraremos datos sobre nuevas investigaciones que han surgido en los últimos años...



  • 1.- Las personas nacidas en otoño o invierno son más propensas a sufrir alergias que las nacidas en primavera o verano. Nadie sabe por qué ocurre, pero hay varias teorías, como las variaciones estacionales de la luz del sol (lo que podría afectar a los niveles de vitamina D), los niveles de alérgenos como el polen y los ácaros, el polvo doméstico (que varía según la temporada), el momento de la primera infección del bebé (ya que los resfriados tienden a ser más comunes en invierno) y la dieta materna (precio y disponibilidad de frutas y verduras según la temporada).
    Un estudio probó si las marcas epigenéticas (factores que juegan un papel importante en la genética) podría tener algo que ver en el tema de las alergias y la época de nacimiento. Obviamente, tu genoma no cambia dependiendo de la estación en la que nazcas, pero sí hay marcas epigenéticas conectadas a tu ADN que pueden influir en la expresión de algunos genes. Esto puede desencadenar en distintas respuestas a factores inmunes y, por lo tanto, reaccionar distinto frente a una enfermedad.
    A diferencia del ADN, que se hereda de tus padres, las marcas epigenéticas pueden cambiar por el medio ambiente, y permitir la expresión de genes en respuesta a la exposición ambiental.
    Se realizó una búsqueda en la metilación del ADN (un tipo de marca epigenética) en un grupo de 36
alergia



  • 2.- Si has visto Interestellar o eres un aficionado de la astronomía, probablemente sepas qué es un agujero de gusano. Sino, te lo explicamos en seguida: es una teoría sobre la cual, doblando el espacio tiempo, se podría recorrer grandes distancias en tan sólo un instante. En el ámbito gravitatorio todavía es imposible crearlos con la tecnología actual, ya que habría que manipular el campo con grandes cantidades de energía gravitacional, el cual aún no se sabe cómo generar. en electromagnetismo, sin embargo, los avances en metamateriales y en invisibilidad han permitido que los investigadores hayan propuesto varios diseños para conseguirlo. La investigación, realizada por un equipo de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), fue publicada en la revista Scientific Reports. Describen cómo crearon una pequeña esfera, de unos 45 milímetros de ancho, con una superficie ferromagnética (que puede ser magnetizada), una segunda capa en el interior de un material superconductor, y una pieza ferromagnética enrollada en forma cilíndrica que la atraviesa de extremo a extremo. La esfera, gracias a su construcción es totalmente invisible magnéticamente desde el exterior. Cuando la pieza entró en el campo magnético, apareció en el otro lado de la esfera. “Nuestro agujero de gusano transfiere el campo magnético de un punto a otro del espacio a través de un camino que es indetectable magnéticamente”, afirma Álvaro Sánchez, investigador principal. “Desaparece en un punto y aparece de nuevo en un punto diferente, como si estuviera viajando a través de otra dimensión”.
agujero de gusano



  • 3.-  Por lo visto, si eres pacífico o un guerrero depende de toda una serie de factores, que van desde las experiencias de la vida a la genética. Mientras que los científicos aún no han sido capaces de explicar por qué algunas personas tienen el fusible más corto que otros, finalmente han identificado la región del cerebro que parece alimentar la agresividad.
    Para ser claros, no se refiere a la violencia defensiva. Más bien, se refiere a los ataques maliciosos en su totalidad, sin provocación, y por qué algunas personas tienden a buscar peleas o intimidar a otras sin ninguna justificación aparente.
    La publicación del estudio, hecho en la revista Nature Neuroscience, muestra como los investigadores responsables del proyecto explican cómo se implantaron electrodos en el cerebro de los ratones macho que solían atacar a otros más débiles.
    Uno de cada se introdujeron en una cámara, pero separados por un elemento. Estas barreras contenían dos pequeños agujeros por los que los machos más dominantes podían meter la nariz con el fin de olfatear a su adversario. Dependiendo de qué agujero elegían, los investigadores les quitaban la barrera o la mantenían con lo que, con el tiempo, los ratones aprendían qué agujero les permitía atacar al ratón más débil.
    Una vez se completó este proceso de aprendizaje, algunos ratones comenzaron a mostrar una clara preferencia por olisquear el agujero que les permitía ‘pelear’, mientras que otros no lo hicieron. Con esto, comenzaron a identificar qué ratones estaban motivados por naturaleza a luchar y cuáles no.
    Observando a los ratones agresivos, los autores del estudio encontraron una mayor actividad de una región del cerebro llamado hipotálamo ventromedial cuando decidían por qué agujero olisquear. Como tal, los investigadores sospecharon que esta zona del cerebro juega un papel clave en la motivación de los actos de agresión no provocada.
    Después, utilizaron ratones con los cuales podían ‘activar’ genes pudiendo controlar cómo funcionaban las neuronas del hipotálamo ventromedial. Los investigadores fueron capaces de estimular o inhibir estas neuronas, y encontraron que la estimulación aumentaba la propensión a luchar, mientras que la inhibición tuvo el efecto contrario.
    Con esto, se indicaba como esta zona del cerebro realmente juega un papel importante en la mediación de los actos de violencia no provocada, aunque exactamente cómo se controla esta región del cerebro sigue siendo una pregunta.



  • 4.-  Un nuevo estudio ha indicado que el consumo de cocaína a largo plazo puede producir cambios irreversibles en las partes del cerebro responsables de regular la impulsividad y la capacidad de analizar la importancia de las decisiones. Estas alteraciones no sólo dan una idea acerca de lo que es una adicción, sino que también sugieren que las personas que desarrollan una dependencia hacia una droga pueden tomar decisiones más pobres en otros ámbitos de la vida. Para llevar a cabo el estudio, un grupo de investigadores tuvieron la ayuda de 30 cocainómanos, los cuales eran abstinentes en el momento del experimento, que participasen en un juego, en el que se ganaba o se perdía dinero en función de su capacidad de adivinar qué número aparecería en una pantalla. Con el uso de diversas técnicas de escaneado, los autores fueron capaces de medir la actividad cerebral a la vez que el volumen y la microestructura del tejido. Los resultados fueron presentados en la revista Addiction Biology y señalaban que, en comparación con los no adictos, los dependientes de la cocaína mostraban una mayor actividad en el estriado ventral, que forma parte del sistema de recompensa del cerebro. Es importante destacar que se encontró una mayor actividad en esta zona independientemente de si la persona ganaba o perdía el juego, lo que indica que los resultados negativos no influyen en el deseo de un individuo dependiente a la hora de buscar los beneficios asociados a una actividad. En consecuencia, se ha planteado que la hiperactividad en el sistema de recompensa puede ser clave en la adicción. Además, los investigadores encontraron patrones anormales de actividad en las partes de la corteza prefrontal medial en los consumidores de cocaína, zonas que están asociadas con la evaluación de los resultados de las decisiones. Como era de esperar, cuando los juegos de azar se realizaron en usuarios no cocainómanos, las pérdidas resultaron en un incremento de la actividad de esta región del cerebro. Sin embargo, no había tal activación en los consumidores de cocaína, lo que sugiere que su capacidad para apreciar las consecuencias de sus decisiones puede verse afectada.
cocaína



  • 5.-  Los soldados del ejército de Estados Unidos pronto podrían estar tomando el campo de batalla con armas láser, según portavoz militar. En declaraciones a un comité de la Cámara de Representantes, Mary J. Miller, subrecretario adjunto de Investigación y Tecnología del Ejército, afirmó que las pruebas están en curso para determinar las capacidades de este tipo de armamento, y podrían ser desplegadas ya en 2023. Inventado el año 1960, los láseres trabajan emitiendo un gran número de fotones, que trabajan a la misma longitud de onda, a diferencia de la luz visible, que comprende fotones con distintas longitudes. Sin embargo, mientras que los láseres ya son funcionales en un gran número de aparatos de uso cotidiano, tales como lectores de CD, la energía necesaria para generar rayos láser que sean capaces de destruir un objetivo es tan grande que se considera imposible desarrollar un arma que utilice esta tecnología. A mediado de los años 90, por ejemplo, la Fuerza Aérea de Estados Unidos intentó crear un arma láser que utiliza energía de una reacción química como entrada de alimentación energética principal, pero era tan grande la cantidad necesaria de productos químicos que el arma sólo podría ser cargado por un Boeing 747. Más recientemente, sin embargo, se ha hecho un progreso significativo: la fibra óptica, que amplifica la potencia emitida por las entradas eléctricas, generando así grandes cantidades de energía dentro de una unidad relativamente compacta. Esto ha llevado al desarrollo de nuevas armas láser, sobre todo para el uso de la Fuerza Aérea y la Marina, incluso con este último desplegando un cañón láser a bordo de uno de sus buques de guerra en el Goldo, capaz de derribar aviones no tripulados y pequeñas embarcaciones.
laser



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